Era muy temprano, inclusive para mi. Como siempre me daba pereza levantarme, más que nunca sentía un peso en los hombros y en la cabeza, como una especie de resaca seca.
Los días han pasado sin miramientos, con demasiadas sorpresas hasta hastiarme de la novedad. Si no aprendí a vivir antes, creo que cada día es peor, "no hay aprendizaje sin mugre," pero después de estar tanto tiempo en el suelo lo dudo.
No hubo desayuno y rodé por las gradas a la hora habitual para colgarme de una puerta de un bus, con la esperanza de llegar al laburo y que alguna nueva cosa pase. Pero los días calcados no tienen ninguna idea sino sólo la obsesión de una vida sin paradigmas, sólo responder a la estructura y a la amargura del buen trato por un sueldo.
Al reducirme así, criticable desde todo punto de vista, logro entender la microfísica del escape, la letanía del amor soslayado por el abandono, mi imposibilidad para cambiar el pasado, mi total mediocridad para hacer felices a todos.
Miren al Dr. House, un ser mala onda, un bastardo amargado, un "calamardo" vanguardista sin ninguna esperanza en su estrecha vida profesional y sentimental. Miren cómo esa sarcasmo actuado funciona en la mente de mucha gente, esa pesadilla conceptual de una realidad social atragantada de individualismo y valores en papel. ¿No se parece demasiado a mucha gente? Vaya, se parece a mi un poco, a vos.
Las 11, las 12, la 1, al almuerzo. ¿Qué más hay cuando no sabes cómo esperar ni qué esperar? Una brújula sin norte, un planeta sin conducción, lleno de fechorías y tretas para oxidarse en la vanidad, la gula y el hedonismo. Si puedes masturbarte mas de 3 veces seguidas sin sentirte hastiado, no podrías aguantar un after-party sin más motivación que el Shit-set y la chapa que te da.
Como todos pueden imaginar soy de los que no apoyan las grandes corrientes, ni los maremotos de positivismo engendrados por los mensajes copiados para celular y las estúpidas cadenas en la red.
Yo quería que gane Ghana...
No hay comentarios:
Publicar un comentario