jueves, 13 de marzo de 2008

La Zona I



No me importa lo que piensen o terminen de pensar en los cafés de intelectualoides o pensadores de cafetín. No tengo nada en contra de la reflexión, pero no me agrada la soberbia, la egolatría y peor aun la arrogancia.

Las calles se mojan y se vuelven a secar, el humo de la base y la marihuana se mezclan con los alardes de diversión de la “zona”. La gente va y viene, algunos con el sueño del turista local y otros con la fantasía de la re-apropiación instantánea. La cerveza es la misma, se venden los interiores de los locales, forrados de objetos aviejados y novísimas estatuas de vanguardismo.


Todos los nuevos colores por las mismas calles; se renuevan las ganas, pero el exceso y las aspiraciones de una diversión que nos lleve a una cumbre definitiva, nunca se dará. Aquí estan las listas de peticiones, membretadas para cada uno, luchando por la individualidad dentro de la generalidad.

Ayer, los bares, los prostíbulos, los moteles, las esquinas de venta, los hostales, las licorerías, estuvieron conformando un sitio de desfogue, un lugar a donde podamos escapar de la linealidad de las oficinas y los horarios, de los autos y los semáforos. Las aulas se quedan más vacías los viernes, despojadas violentamente de las presencias transformadas en entes de búsqueda mediante los antídotos propuestos en las estéticas del bar de moda. Una ingeniería revuelta entre publicidad y necesidades satisfechas, arcas de dinero con síntomas de metamorfosis. En la ciudad ayer se erigieron edificios angulosos y redondos, los nuevos dueños les cambian de nombre, de color, de tapetes, de gente, de show.

Tuve que ir con la guitarra, creo que la pasamos bien con la banda y los panas, pero aun no se me quita, ni después de esos conciertos, esa sensación efímera, festiva pero forzada.

miércoles, 12 de marzo de 2008

El Ensayadero

El ensayo no tiene la carga que tiene una presentación oficial ante el público y lo mejor es que se puede asistir gratuitamente.

También concierne a ese escrito en donde uno puede reflexionar o redefinir un tema, sin darle mucha importancia a la extensión del escrito y las formas de abordarlo.

El presente blog tiene esas insinuaciones, tanto la musical como la literaria. En esta época de libertades y prohibiciones extremas, tanto oficiales como informales, es necesario aplicar la democracia de las nuevas tecnologías.. así sea una aguja en el mar o resulte arar en el mar buscando arena.

Sí, claro que vale hablar de postmodernidad, osea de toda esta mezcla de añoranza (eterno retorno) y vanguardismo clásico, informe, caótico, ordenado por ficheros en los discos duros del mundo que carcome y construye a esto que aun llamamos la cultura.

No hay localidades y al mismo tiempo sí las hay, todo está conectado y atomizado... qué tal?
Bueno, para partir podré decir que me inclino por la primera insinuación del ensayadero. El lugar de ensayo musical es tan amplio y genial. Puedes parar la música, mirarla, hablar de ella, descomprenderte de su totalidad y volver a unirla. Pudes fumar y beber lo que quieras mientras construyes o redimensionas las partes del tema musical. Improvisas, realzas, te equivocas, te dejas influir...
La invitación esta hecha... vengan a ensayar por donde les plazca..¡¡
F. Pabloazul y Áfrika