viernes, 23 de mayo de 2008

Apuntes referidos acerca de John Lennon y Paul McCartney





Hace mucho que no oía caer la aguja sobre el vinil; un breve ruido del tiempo transcurrido, y listo ¡

Los dos formaban una voz única, algo que es muy difícil de hallar. A pesar de que muchos renieguen y otros se enorgullezcan, The Beatles son un hito, un camino distinto del rock, una referencia polémica y fidedigna al mismo tiempo, así como las voces de John y Paul juntos “la una afilada y nasal, la otra redondeada...”

Para muchos han quedado atrás, y para los que siguen echándoles demasiados elogios, viven aún porque han oído más allá del álbum “Revolver”. Al parecer todos los procesos de bandas rock poseen una especie de rechazo al conformismo, un lanzamiento a la experimentación. Una cualidad inmediata y que no tiene nada que ver con el estrellato, sino con la fibra emocional de la realidad. Las drogas, las ropas y todo lo demás, tan sólo son los adornos, los estribos imposibles, lo que las cosas no podrán jamás expresar acerca del rock.

El rock es realidad, Jim decía que era muerte, tal vez John comentase: “… la muerte? Acaso ella no es parte de la vida?”… Las drogas son una conjetura de la sociedad, un pensamiento dirigido al juicio antes que a la contemplación.

Playboy: ¿Cocaína?
John Lennon: He tomado cocaína, pero no me gusta. Todos los Beatles abusamos de ella en su momento pero nos dimos cuenta de que era una sustancia imbécil…Creo que la cafeína es parecida y es menos peligrosa…

Playboy: ¿Ácido?
John Lennon: Hace años que no lo pruebo…pero tuve millones de viajes en los 60.

(Entrevista Revista Playboy a John Lennon, feb 1980)

John al contrario de Paul, afrontaba con cinismo, rebeldía e inconformismo su composición. McCartney es un músico completo, con gran variedad de éxitos comerciales y elocuentes. Referente de un sentido del rock & pop.


Tal vez Lennon haya sido más solidario con el mundo y sus ideas, y no fue necesario que traduzca su expresión en formatos muy masivos. Sin embargo su mensaje llegó, y aunque su significado para los menos enterados sea un estereotipo de algo que dice paz y amor, la obra de Lennon es más artística y abierta que tan sólo “canciones de éxito”.

Yoko y Lennon, eran parte del sentido interrogante de los 60’s y 70’s caminando por el rock. Su propaganda reformaba la forma de decirlo sin afectar fácilmente las suspicacias del orden y el poder; utilizaban la música, y una especie de arte vanguardista y simple.


Los demás medios a su alcance, les permitió lograr lo que ahora podría ser más efectivo para cualquier artista con los alcances de la difusión que permite la fama. Aunque la fortuna material los rodeaba, dedicaron sus fuerzas y contingente hacia una causa. Creo que McCartney se embarcó en algo diametralmente opuesto, demostrando que la sociedad con Lennon era un vehículo distinto que se fue resquebrajando al ir cambiando sus objetivos.


Playboy: En las mayoría de sus entrevistas, John dijo que nunca extrañó ser Beatle. ¿Le creíste?

Paul: No lo se… Mi teoría es que realmente no lo extrañaba. Alguien como John hubiera deseado terminar el periodo Beatle y comenzar el periodo Yoko y no le hubiera gustado que ninguno interfiriera con el otro. Como él estaba con Yoko, cualquier cosa de Los Beatles inevitablemente tendía a ser una intromisión. Así que yo pienso, que él estaba tan interesado en su nueva vida que genuinamente no extrañaba la otra.

(Paul y Linda McCartney, entrevista de Playboy, 1983)


Si escuchamos “A Day in the Life”, podríamos entender algo más de su conjunción. La primera parte es autoría de Lennon, tan sólo leía el periódico y se fijo en dos noticias, Paul completó la parte intermedia con una canción diferente, pero que al ser amalgamada por ellos, terminó siendo una obra fabulosa, algo que el mismo Lennon alabó. Fueron los momentos de alineación natural de dos órbitas súbitas, de 2 creencias musicales diferentes, algo simple y expresivo.


Muchos me han comentado que The Beatles nunca podrán ser lo que su fama prescribe y estoy de acuerdo, pero muchos olvidan su música y se obsesionan con lo que les han contado, eso que se pierde naturalmente debido al tiempo y a las tendencias remarcadas a diario en los medios totales.


Playboy: ¿Qué opinas acerca de “A day in the life”?
John Lennon: Estaba leyendo un día el periódico y leí dos noticias. Una era sobre el heredero de Guiness que se había matado en coche…En la siguiente página estaba la noticia de los agujeros en Blackburm…Incluí todo eso en la letra. La contribución de Paul es la fantástica parte central. Creo que la canción es jodidamente buena.

(Entrevista Revista Playboy a John Lennon, feb 1980)

Menos mal el rock tiene la capacidad (aun) de sacudirse del atolondramiento en el cual nos sumergimos, y eso precisamente tuvo The Beatles en su momento, y para mi opinión, lo sigue poseyendo Lennon, sin querer desmerecer a nadie. Su muerte es tan sólo un significado más que desentrañar, algo que tuvo que ver paradójicamente con su lucha en vida. Podría decir que la CIA y el FBI buscaron su muerte, pero a lo mejor ya hay pruebas contundentes que explicarían de mejor manera la suerte de John ante “otro loco solitario”, al igual que John F. Kennedy o Luther King. ¿Qué querían todos ellos? ¿A quienes y a qué se opusieron?

La disputa entre John y Paul, admitiendo objeciones, fue la de 2 amigos, 2 “compinches” artísticos; su expresiones son diametralmente distintas, The Beatles los ayudó a saberlo.


Playboy: Cuéntanos qué aportaba Paul al equipo Lennon-McCartney
Lennon: El era el optimista y yo el melancólico…Es muy bueno con las melodías, pero yo no me quedo corto…Él tiene mucha preparación y sabe tocar un montón de instrumentos…Él solía decir “¿por qué no cambias eso? has repetido esa nota 50 veces”…y yo no me había dado cuenta.

Playboy: ¿Y qué pasa con las letras?
Lennon: Paul es un gran letrista pero él no se lo cree, y por eso no se esfuerza. “Hey Jude” es una letra jodidamente buena.

(Entrevista Revista Playboy a John Lennon, feb 1980)

John y Paul nunca llegaron a conciliar sus diferencias como lo hacían por medio de la música. Cuando se le preguntó a Lennon qué esperaba del presente, éste dijo: “…Podemos hacer realidad nuestros sueños. Todo es posible… no esperen que ni Ronald Reagan, ni Bob Dylan, ni John Lennon, ni Yoko, ni Jesucristo vayan a hacerlo por vosotros…Tenéis que hacerlo vosotros mismos, son vuestros sueños”.

Creo que la diferencia está en el mensaje y no en las formas. No somos los nombres de un grupo, ni las cosas que rodea una fama, ni nuestras posesiones materiales, todo aquello es importante por nosotros, porque nosotros les dimos ese espacio en nuestro interés. El marxismo lo dice alienación, pero ¿Qué “ismo” no lo es? La izquierda consumió vidas y dejó legados que ahora irónicamente son discutidos para re-apropiarlos a un encarnizado capitalismo. Entonces qué importante es tener el arte, mientras más cercano a nosotros mejor.
Incluso los excluyentes y despreciables círculos V.I.P. e intelectuales, tendrán que admitir que su estúpido sentido epicúreo no nos privará de la expresión, pues el arte no es un mandato, sino una necesidad.

Es por nosotros que el rock llega a conmovernos, el arte no es más que la redundancia magnifica de la realidad.

Al final del disco, la aguja empezó a chocar contra el borde insonoro ubicada al final de la imperceptible sinuosidad de los surcos. Pienso que al fin y al cabo todo lo que pasa está dentro del tiempo y no vuelve, creo que hay que saber si escuchar o solamente oír. The Beatles son mi excusa inicial.