jueves, 4 de diciembre de 2014

ahora está de moda no prohibir

Hay un montón de ejemplos acerca de lo que Zizek afirmó con respecto de los ismos hoy, empezando por el ateísmo.. en su ensayo "Dios es inconsciente" asevera que los extremos ya no son más, y que los pares necesarios (maldad-bondad, Dios-Demonio) pasan a ser accesorios, pues las prohibiciones se han convertido en lo reprimido, más no los deseos ilícitos, las revoluciones sociales o los placeres mundanos. 


Esta complejidad hedonista aparentemente nos lleva a un callejón sin salida pues las reivindicaciones sociales aun existen, así como la protesta social por la inequidad en la repartición de la riqueza o la exclusión social... Pero es allí donde el mercado (toda una maquinaria que incluye a la política y la propaganda, así como a la gestión de la información) elabora "nichos" comerciales, en donde las posturas extremas puedan elaborar sus propios productos culturales: cine, televisión, ropa, música, "and so on, so on..." y de paso articularse a la maquinaria industrial que sectoriza el consumo.. la compartimentalización del mundo, es decir una taxonomía de oferta y demanda muy concreta.. concreta, a pesar de las nuevas, complicadas y elaboradas expresiones culturales que surgen constantemente.

Hoy está de moda ser extravagante y extremo, porque los productos que se fabrican también cubren las necesidades de representación en un mundo materializado y diagramado para la significación del bienestar. La protesta quiere ser reprimida mediante estos métodos de cobertura mediática (noticiarios pagados, redes sociales o hackers comunistas renacidos).. el hecho de la instantaneidad y la globalidad, se pierde en la tendencia materializante y comercial que conlleva el acceso a la tecnología y sus niveles de vida requeridos, y por ende de bienestar. Todo pasa en un minuto ante nuestros ojos en el internet, y de la misma forma se extingue y se pierde, como los granos de arena en un desierto.

Zizek dijo: hoy, lo reprimido no son los placeres o los deseos ilícitos, sino la prohibición como tal...

 Gracias al mercado la moda es ser diferente; es decir, distribuir ya sea la antipatia, la intolerancia o la defensa del medio ambiente, como para justificar su esencia comercial sin escrúpulos. Ahora no sólo comes en Mcdonalds, sino que ayudas a obras sociales y a salvar un árbol en la Amazonia... Las estrategias comerciales y políticas que son tratadas en los noticiarios o en la bolsa de valores, evidencian la problemática mundial (hambre, injusticia y represión) y por ello recurren al marketing para eludir la verdadera solución y vendernos algo que tranquilice nuestra conciencia social. No es ocultar nada, sino evidenciarlo ecuménica e instantáneamente.. en pocas palabras, banalizando las contradicciones sociales pues el inmenso acceso a la información se convierte en algo tan insondable que pierde su carácter real de reflexión para la acción de cambio total.

Hay mucho que discutir sobre esto, pues muchos dirán que su movimiento está por fuera y que quiere romper con todo esto.. hace algunos años las revoluciones sociales acusaban a la masividad para la transformación, hoy recurren a la grupalidad, a la admisión, al separatismo, a la partición de su mercado, en suma a un funcionalismo en donde la tribalidad, la rivalidad es algo esperado en el plan de marketing.





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